Nuestra historia puede sonar como cualquier otra historia, pero para nosotros es única y sin duda es la que ha marcado el carácter de lo que hoy es Santa Henar.
Hace ya casi 15 años Lidia y yo cometimos la locura de romper con todo.. Salimos de Barcelona y nos mudamos a un piso que yo había comprado en la localidad de Vall d’Uxó. Atrás quedaron familia, amigos y trabajos.
Toda la vida me he dedicado al transporte, profesión que al igual que mi pasión por el queso, me viene de herencia.
Mi madre regentaba un puesto de charcutería en un mercado de Gavá y mi padre, desde que tengo uso de razón, se había dedicado al reparto de quesos por toda la provincia.
Recuerdo con cariño cuando era niño y llegaban las vacaciones del colegio, con poco más de 4 o 5 años le pedía a mi padre que me levantase temprano para poder acompañarle en sus rutas de reparto.
Ya ves que la combinación queso y repartos lo he mamado desde la niñez.
Pero a Vall d’Uxó llegamos sin nada, los dos solos y una gran ilusión por una vida en común que comenzaba.
Ahora tocaba volver a ganarse la vida.
Quesos el Niño fue la oportunidad que necesitaba; me dieron una ruta y una furgoneta vieja, pero hacía su papel.
Viendo que la ruta funcionaba, llamé a mi padre y le propuse que viniera a trabajar conmigo, que la cosa podía irnos bien juntos.
Quesos el niño nos dió otra ruta.
Horas y kilómetros hacíamos hasta desfallecer. No había domingos, ni festivos ni vacaciones. Ni tan siquiera podíamos permitirnos estar enfermos o descansar.
Así llegó otra ruta, otra más y la oportunidad de que mi madre, después de haber perdido su puesto en el mercado de Gavá, se viniese a vivir con nosotros.
Volvíamos a estar todos juntos. Mi padre, Tomás Sánchez el que véis en esta foto antigua, yo y José Miguel mi cuñado, abriendo nuevas rutas y mi madre abriendo un nuevo puesto de charcutería en el mercado local, que empezó a hacernos las veces de almacén.
Santa Henar dejaba de ser la ilusión de un proyecto para convertirse en la forma de vida de toda la familia.
Por desgracia, Tomás, mi padre, nos dejó hace apenas un año, dejando un legado y unos valores que son la base de Santa Henar, y que mantendremos mientras esto aguante.
Hoy en día Queserías Santa Henar, por encima de todo es una gran familia de personas importantes que se han ido sumando a este proyecto y que comparten una forma de trabajo y unos valores.
Esto es lo que ha hecho que nos hayamos convertido en una de las más importantes distribuidoras de quesos, productos lácteos y otros productos alimenticios de primera calidad. Quesos, embutidos, especias, marinados, salsas caseras, forman parte de un extenso catálogo, elegido con mimo y exigencia.
Gracias a todos los que seguís confiando en Santa Henar.
Gracias a mi padre Tomás Sánchez, sin ti esto no hubiese sido posible.
